SIEMPRE HAY UN MAÑANA// Nora Roberts
Páginas: 357 · Editorial: DeBols!llo · ★★★★✰
Páginas: 357 · Editorial: DeBols!llo · ★★★★✰
Sinopsis:
El histórico Hotel Boonsboro ha superado tiempos de guerra, cambios de propietario e incluso rumores de estar embrujado.Ahora está experimentando una remodelación completa a manos de los tres hermanos Montgomery y su excéntrica madre. Beckett, el arquitecto y el menor de los hermanos, siempre ha vivido entregado al trabajo. Sin embargo esta vez su atención no esta centrada totalmente en las reformas: lo distrae la mujer a la que ha querido besar desde que tenía dieciséis años. Después de perder a su marido, Clare Brewster se ha refugiado en sus tres hijos y en llevar la librería del pueblo. Aunque ha renunciado al amor, su interés y fascinación por el hotel le harán redescubrir la pasión... Nunca tendrán una primera cita en condiciones, pero los momentos robados en los que Beckett le enseña el hotel a Clare son el principio de algo que podría despertar un deseo secreto.
En Siempre hay un mañana nos encontramos ante la primera parte de una de mis sagas favoritas de Nora Roberts. He leído muchos libros de ella, y los tres que componen Hotel Boonsboro son de mis favoritos. En este primer libro se nos presenta a los hermanos Montgomery, Ryder, Owen y Beckett, quienes, con la ayuda de su madre, llevan a cabo la remodelación del hotel Boonsboro, un viejo hotel medio en ruinas que va a ser el hilo central de la trilogía.
El hermano protagonista de Siempre hay un mañana es el pequeño de los tres, Beckett, quien siempre estuvo enamorado de la novia de uno de sus amigos, pero que cuando ella regresa al pueblo únicamente acompañada por sus tres hijos pequeños no duda en demostrarla su amor. Beckett es el arquitecto de la familia, y será gracias al hotel por lo que termine de acercarse definitivamente a Clare. Por el otro lado tenemos a Clare Brewster, quién regresa a Boonsboro después de la muerte de su marido, y en estos momentos solo encuentra apoyo en sus tres hijos, su amiga Avery y su nuevo negocio, la librería del pueblo.
Todos los personajes de Roberts están muy bien definidos y cada uno tiene su peso en la historia, como por ejemplo Justine, la matriarca de los Montgomery. Justine es una mujer que me encanta, sus intervenciones siempre te sacan una carcajada cuando lo lees, sus continuos proyectos y quebraderos de cabeza para sus hijos me encantan. Igual que los hijos de Clare, son adorables, y la relación que tienen entre ellos y con Beckett es para morir de amor. Además, como es habitual en Roberts, en este primer libro de la trilogía también vemos como se empiezan a fraguar las relaciones de los protagonistas de los dos libros siguientes, y eso es algo que a mí me encanta.
La forma de escribir de Roberts me encanta, pero en estos libros alcanza un rango cercano a la perfección, porque desde el primer párrafo la forma de contar la historia de Clare y Beckett, como se lleva a cabo la remodelación, todo el asunto paranormal o la propia descripción del pueblo hace que te sientas como si lo estuvieras viviendo en ese mismo momento y engancha sin remedio. Pero si he de encontrar un pero al libro, este ha de ser el tercero en discordia en la relación entre los protagonistas, es algo que no me termino de convencer demasiado...
En definitiva, Siempre hay un mañana es una introducción perfecta al resto de la trilogía. Es un libro que se lee en nada y que te engancha desde el principio hasta el final, puede que en ocasiones sea un poco predecible, como casi todos los libros de romántica, pero no podrás dejar de leer y querrás saber que es lo que les depara a los hermanos Montgomery y cual va a ser el próximo proyecto que Justine tenga en mente.
El hermano protagonista de Siempre hay un mañana es el pequeño de los tres, Beckett, quien siempre estuvo enamorado de la novia de uno de sus amigos, pero que cuando ella regresa al pueblo únicamente acompañada por sus tres hijos pequeños no duda en demostrarla su amor. Beckett es el arquitecto de la familia, y será gracias al hotel por lo que termine de acercarse definitivamente a Clare. Por el otro lado tenemos a Clare Brewster, quién regresa a Boonsboro después de la muerte de su marido, y en estos momentos solo encuentra apoyo en sus tres hijos, su amiga Avery y su nuevo negocio, la librería del pueblo.
Todos los personajes de Roberts están muy bien definidos y cada uno tiene su peso en la historia, como por ejemplo Justine, la matriarca de los Montgomery. Justine es una mujer que me encanta, sus intervenciones siempre te sacan una carcajada cuando lo lees, sus continuos proyectos y quebraderos de cabeza para sus hijos me encantan. Igual que los hijos de Clare, son adorables, y la relación que tienen entre ellos y con Beckett es para morir de amor. Además, como es habitual en Roberts, en este primer libro de la trilogía también vemos como se empiezan a fraguar las relaciones de los protagonistas de los dos libros siguientes, y eso es algo que a mí me encanta.
—Enamorada... ¿enamorada? —preguntó Avery—. ¿De AMOR con mayúscula?
—De AMOR con mayúscula. —Imitando a Esperanza, se llevó una mano al corazón —. No imaginé, ni creí, que volviera a enamorarme. No de esta manera. Supongo que pensé que no podía pasarme dos veces. No es como con Clint, ni creo que pueda o deba serlo. Pero es igual de inmenso, de intenso, de auténtico. No puedo creer la suerte que tengo.
La forma de escribir de Roberts me encanta, pero en estos libros alcanza un rango cercano a la perfección, porque desde el primer párrafo la forma de contar la historia de Clare y Beckett, como se lleva a cabo la remodelación, todo el asunto paranormal o la propia descripción del pueblo hace que te sientas como si lo estuvieras viviendo en ese mismo momento y engancha sin remedio. Pero si he de encontrar un pero al libro, este ha de ser el tercero en discordia en la relación entre los protagonistas, es algo que no me termino de convencer demasiado...
En definitiva, Siempre hay un mañana es una introducción perfecta al resto de la trilogía. Es un libro que se lee en nada y que te engancha desde el principio hasta el final, puede que en ocasiones sea un poco predecible, como casi todos los libros de romántica, pero no podrás dejar de leer y querrás saber que es lo que les depara a los hermanos Montgomery y cual va a ser el próximo proyecto que Justine tenga en mente.
Hola, no he leído ninguna novela de la autora, pero tengo curiosidad por hacerlo, esta puede ser perfecta ya que pinta muy bien y con tu reseña me has convencido del todo.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Hola!
EliminarSi no has leído nada de Nora Roberts nosotras te recomendaríamos que empezarás con esta trilogía o sino la de Cuatro Bodas, en nuestra opinión son de sus mejores sagas. Esperamos que puedas leerlo pronto y que a ti también te encante.
Un beso! Nos leemos! :)