AMOR EN LA FILA 27// Eithne Shortall
Páginas: 320 · Editorial: Kiwi ·
Sinopsis:
¿Qué pasa cuando Cupido juega a ser copiloto? Todavía recuperándose de una ruptura, Cora Hendricks ha renunciado a encontrar el amor. Para ella, en realidad. Para pasar el tiempo, mientras trabaja en el mostrador de check-in de Aer Lingus en Heaatrow, Cora empieza a jugar a ser Cupido con parejas solteras durante el vuelo. Utilizando solo su intuición, internet y a la afable asistente cómplice, Nancy, la fila 27 se convierte en el laboratorio del amor de Cora. En lugar de sentarse al azar, dos pasajeros, de forma involuntaria, se sentarán junto a la persona de sus sueños, o no. Cora asegura que la fila 27 es solo algo de diversión, pero mientras ella esta ocupada haciendo que salte la chispa a gran altura, el amor que había abandonado para sí misma podría haber aterrizado justo en frente.
Amor en la fila 27 es un libro que desde que leí la
sinopsis me llamó mucho la atención, me gustaba la idea esa de que todo se
desarrollase en un avión. En un principio pensaba que iba a ser una comedia
romántica, pero la verdad es que es un pelín más profundo que eso, y que quizá
las ideas con las que partía antes de empezar el libro me pasaron un poco de
factura una vez que lo iba leyendo. No es que no me haya gustado, más bien todo
lo contrario, me tenía bastante picada la verdad, pero no era del todo lo que
yo me esperaba.
La historia empieza después de que el mostrador de
facturación de Aer Lingus, debido a un fallo técnico, se rompa y haga que Cora
empiece con su pequeño experimento amoroso. El experimento consiste en coger a
dos pasajeros al azar, mediante investigaciones tanto en facebook, entre otros
sitios, como preguntas concretas, Cora las asigna los asientos en la fila 27. Y
junto a una joven azafata, su amiga Nancy, hacen todo lo posible para que estas
parejas puedan conocerse y tengan el ansiado final feliz con el que sueña Cora.
Los aeropuertos son el lugar en el que la humanidad se encuentra. Pueden parecerse a los hospitales, pero entonces te encuentras con extraños, cada persona con sus ambiciones, secretos y planes y sobrevoláis el cielo. En realidad es mágico.
A lo largo del libro la historia esta dividida en los capítulos
en los que Cora es la auténtica protagonista, y también tenemos unos capítulos en
los que la autora nos relata que es lo que pasa con estas parejas una vez que
ya están en el avión. Por lo que la historia esta ambientada, prácticamente e su totalidad, en el aeropuerto o en los aviones. En el resto del libro se nos presenta la vida de Cora, como lleva su reciente ruptura amorosa y las tensiones familiares una vez que diagnostican a la madre de Cora de alzheimer.
El
pero principal que le encuentro al libro es que la historia de Cora se podía
haber desarrollado un poquito más. En prácticamente todo el libro no pasa mucho
en su vida romántica, para que luego en las últimas 40 páginas se desarrolle
toda la trama. Esto y algún que otro altibajo son las principales pegas que le
encuentro al libro.
—No sé cuando es tú cumpleaños ni si te gustan los perros, pero sé que quiero estar a tú lado el máximo tiempo posible.
Claramente sabemos quién es la protagonista femenina del
libro desde el primer momento, pero del protagonista masculino no sabemos con
certeza quien va a ser hasta prácticamente el final, por lo que por no hacer
ningún spoiler no voy a decir nada más. Lo único que diré es que es un
personaje con el que conseguí empatizar, y es uno de los que más me gustaron. Junto
a Cora, tenemos una serie de personajes que todos tienen su peso en la historia,
están Roisin, compañera de piso de Cora, Ray y Charlie, compañeros de trabajo
de Nancy y Cora, Aiden e Ingrid, algunos de los pasajeros que sufren la faceta
de Cupido de Cora.
En definitiva, Amor en la fila 27, me ha gustado,
aunque quizá no ha llegado a ser todo lo que esperaba. En sí me ha parecido una
lectura rápida, amena y sencilla con una trama del todo original, perfecta para
estos días de verano.
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